Fuera de estas efímeras apariciones en la vida pública, prefirió siempre ejercer la abogacía en forma particular.
[1] En 1893 fue nombrado Ministro de Relaciones Exteriores por el presidente Luis Sáenz Peña, amigo personal suyo, casado con una familiar de su madre.
No duró mucho en su cargo debido a las sucesivas crisis producidas durante su presidencia.
En definitiva, Sáenz Peña terminó por renunciar a la presidencia.
Falleció en Buenos Aires en 1899[1] y fue enterrado en el Cementerio de la Recoleta.