[3] Sus inquietudes intelectuales fueron cuajando al fragor de estas actividades, que dieron fruto a su primera creación literaria: el libro de prosa poética Anillos, escrito en conjunto con el vate parralino y publicado en 1926.
Entre estos últimos destacan sus trabajos sobre pintura chilena, una obra póstuma sobre la viajera inglesa María Graham y el libro Vicuña Mackenna en California (1939), sobre el político, historiador, polígrafo y filántropo Benjamín Vicuña Mackenna, personaje por quien Lago sentía especial admiración y que inspiró, en buena medida, la principal empresa intelectual que abrazó a lo largo de su vida: el reconocimiento público de la cultura popular como fuente de saber, identidad y desarrollo social.
Las piezas donadas para la ocasión constituyeron el acervo que sirvió de base para la fundación del Museo de Arte Popular Americano (MAPA),[4] primero en su género en toda América Latina, del cual Tomás Lago, sería su director por veinte años.
Sus investigaciones inauguraron una veta hasta entonces inexplorada en los centros universitarios: creó cátedras dedicadas al tema, organizó encuentros de especialistas y publicó el libro Arte popular chileno (1971), obra de divulgación que cuenta ya con cinco ediciones.
Si bien fue en el ámbito del arte popular donde dejó la más profunda huella, las reflexiones de Tomás Lago acerca de la cultura local desbordan ese campo y exploran problemáticas tan adelantadas a su época como el turismo y la propiedad intelectual.