Durante el siglo XIX, la ciudad contaba con dos cementerios, uno de ellos fue el "Cementerio Alemán", ubicado en lo que hoy corresponde a la villa Juan XXIII, a un costado del Hospital Clínico Herminda Martin,[1] mientras que el segundo, cual era llamado "Cementerio de los apestados", se ubicó en lo que hoy corresponde a la Población Vicente Pérez Rosales.
[3] Don Gustavo Saenger, inmigrante alemán, fue responsable de la ornamentación y arquitectura del recinto.
[1][4] La primera fallecida enterrada en el cementerio correspondió a Juana Aqueveque quien había muerto por tuberculosis,[4] mientras que en 1905 se instaura el primer mausoleo perteneciente a la familia del político chileno Francisco Ramírez Ham.
[1] En 1972, Helga Yufer crea la escultura "En memoria de los fallecidos en el terremoto del año 39" en recuerdo a las víctimas.
[1] El pianista chillanejo Claudio Arrau había expresado en vida que cuando falleciera, sus restos descansaran en su ciudad natal.