Quedó redimido del servicio militar por pago de cuotas; y con veintidós años sacó la licenciatura y entró a trabajar en la Dirección General de Tesoro Público (empleo que abandonaría tres años después).
En 1886 es incluido en la Comisión Española que visitó las obras del Canal de Panamá como corresponsal de La Ilustración Española y Americana.
En 1893 sustituye a Bartolomé Maura y Montaner como administrador de la Calcografía Nacional.
Pasa largas temporadas desde 1913 en Becerril de la Sierra, donde dicho año comienza a escribir e ilustrar la obra inédita Serranas, cuaderno de 148 páginas de coplas y dibujos, que no daría por concluido hasta 1927.
[2] Su esposa, la también santanderina Eufemia Ibáñez Líbano y madre de sus cinco hijos, moriría un año después.