Interés fijo o tasa de interés fijo, en economía y finanzas es la tasa de interés fija acordada en el contrato que establece la rentabilidad de los ahorros o el costo de un crédito o hipoteca.
Se expresa generalmente como un porcentaje.
La aplicación de interés fijo supone que el interés se calcula aplicando un tipo único o estable (un mismo porcentaje sobre el capital) durante todo lo que dura el préstamo o el depósito.
A diferencia del interés variable, la tasa de interés fijo no se modifica a lo largo del tiempo.
[1] En la aplicación de interés variable el tipo de interés (el porcentaje sobre el capital aplicado) va cambiando a lo largo del tiempo.