En 1741 el almirante británico George Anson recaló en Tinián durante la guerra del Asiento, pero se retiró poco después.
"[1] El dominio español duraría hasta 1899, año en que España, incapaz de mantener el control sobre sus posesiones en Oceanía, tras la pérdida de las Filipinas durante la Guerra Hispano-Estadounidense accedió a vendérselas al Imperio alemán.
Durante el breve periodo que duró la administración alemana la isla permaneció prácticamente vacía, siendo ocupada por los japoneses tras la Primera Guerra Mundial.
Las viejas instalaciones militares permanecen abandonadas a la naturaleza, con la única excepción de un monumento situado en el lugar donde estuvieron las bombas y un pequeño aeropuerto que sólo tiene tráfico con Saipán, un trayecto de unos cinco minutos.
El viaje también se puede hacer en barco, aunque sólo hay una salida y una llegada por día.