Bajo su jurisdicción se encuentra la Represa Urrá y una parte el Parque nacional natural Paramillo.
Desde 1840 los colonos hicieron su entrada a las zonas altas del río Sinú en busca de raicillas, caucho, pieles, oro y madera.
El puerto de Tierralta sobre el río Sinú se convierte desde entonces en el paso obligatorio para las actividades económicas de la vasta región montañosa y en el puerto fluvial más importante del alto Sinú.
[3] Los firmantes se dieron "la irrenunciable tarea de refundar nuestra patria, [...] en un espacio donde toda persona tiene derecho a la propiedad".
Se destacan dentro del sector primario las siguientes: La producción agropecuaria, la ganadería vacuna, la extracción maderera y la pesca.
En regiones como El Loro, los Llanos del Tigre y El Manso entre otros; sitios donde se asientan colonos-campesinos e indígenas.
Sus operaciones y transacciones comerciales ayudaron a configurar el carácter urbano de la actual cabecera municipal.
Las especies madereables extraídas son principalmente abarco, manzabalo, cedro, brasilete y teca.
En Tierralta encontramos algunas especies como el mico negro, machín, venado, gato solo, tigrillo, el tejón, guasa, perico ligero o perezoso, guartinaja, ñeque y armadillo.
Fauna avícola: guacamayo azul, guacamayo rojo, colibrí de paramillo, pissigno, martín pescador, pájaro hormiguero, chavarri, cocli, garza real, pava, loro, colibrí, gavilán, paloma guarumera, garza ceniza, frutero, toche, azulejo, carpintero, tanga, entre otros.
En la cabecera municipal hay un museo precolombino de gran interés arqueológico y cultural.