Theodore Kosloff

Tras llegar a los Estados Unidos en 1909, Kosloff fue presentado al influyente director cinematográfico Cecil B. DeMille por la actriz y guionista Jeanie MacPherson.

DeMille fue también animado a firmar un contrato con Kosloff por su persistente joven sobrina Agnes de Mille, que era una ardiente admiradora del bailarín.

El primer papel le llegó en 1917, en la película dirigida por DeMille The Woman God Forgot, junto a la muy popular cantante y actriz Geraldine Farrar.

A principios del año 1923, el periódico Los Angeles Times afirmaba que ha Kosloff le había sido ofrecido el trono de los Tártaros.

Además, su carrera en gran medida dependió de los papeles que DeMille le facilitaba en sus filmes.