El milagro de las campanas

Está protagonizada por Fred MacMurray, Alida Valli, Frank Sinatra y Lee J. Cobb.

Sin embargo, a medida que avanza el rodaje, muestra signos de estar gravemente enferma.

Para generar interés en la película, Dunnigan, afligido por el dolor, desesperadamente hace un truco publicitario, convenciendo a las cinco iglesias de Coaltown para que hagan sonar sus campanas durante tres días como tributo a la actriz muerta, pagándoles con cheques que no puede cubrir.

Pero Harris llama a Dunnigan y le dice que ha decidido no estrenar la película, porque al público cinéfilo le podría molestar contemplar la llegada de una nueva estrella que ha muerto.

Mientras la multitud reza, se escucha un fuerte crujido y las estatuas de San Miguel y la Virgen María giran lentamente sobre sus pedestales hasta que se encuentran frente al ataúd de Olga.

Marcus Harris, después de muchas desganas, decide estrenar la película, que se convierte en un gran éxito.

P. Paul está abrumado por las donaciones a nivel nacional que ha recibido su iglesia y la oferta del estudio de cine de construir un hospital/clínica para combatir la enfermedad que le costó la vida a Olga.

Las estrellas visitaron el War Memorial justo al final de la calle del teatro, donde se dirigieron a la enorme multitud de lugareños que se presentaron para la pompa y celebración.