Se había desempeñado como Presidente del Consejo de Desarrollo Nacional, órgano legislativo ruandés, entre 1988 y 1994.
Después de la invasión del Frente Patriótico Ruandés, en la que estos tomaron el control del país, huyó al Zaire, donde se mantuvo exiliado en Bukabu hasta su muerte por causas desconocidas en 1998.
Inicialmente se informó que había muerto en el ataque del gobierno de Ruanda contra Bukavu en noviembre de 1996 al comienzo de la Primera Guerra del Congo, pero informes posteriores lo situaron en Kinshasa.
Murió en el exilio en la República Democrática del Congo en marzo de 1998.
Nunca fue juzgado por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda.