Es enviado a Tijuana, México, para investigar las relaciones entre los propietarios de una factoría y sus trabajadores, que han formado un sindicato parta defender sus intereses.
La empresa envió por ello a esas personas para limpiar el lugar no sabiendo de la toxicidad.
Cuando el jefe de la empresa, Roy Logan, apareció más tarde y se dio cuenta de la mortalidad de las sustancias, cosa que debió haber sabido la empresa desde el comienzo, él, sabiendo que iban a morir por ello, decidió encubrir el asunto para no ser incriminado por homicidio de negligencia y para no dar al sindicato razones para cambiar las cosas a mejor y los mató para luego enterrarlos.
También descubre a través del involucrado, que el jefe de la policía del lugar, Capitán Madrid, le ayudó al respecto al igual que inculpó para ello luego a narcotraficantes y manipulando todo para ello al igual que le ayudó antes a tratar de destruir el sindicato con matones por dinero.
Aun así, sin embargo, Rhodes puede utilizar la diversión de los narcotraficantes para conseguir esconder antes de morir a tiempo la grabación, en la que añadió lo que estaban haciendo Madrid y sus policías corruptos en medio del ruido constante de disparos justo después de la confesión para que un amigo suyo, Claudio Castillo, pudiese descubrirlo y entregarlo a las autoridades americanas bajo la dirección de Douglas Draper y Emily Thompson, los cuales lo arrreglan luego todo para que el Capitán Madrid y Roy Logan fuesen luego arrestados por sus crímenes.