Theriodontia

Los teriodontos junto a los anomodontos pertenecen al clado Neotherapsida.

La fosa temporal se hizo cada vez más amplia para permitir la acomodación de los grandes músculos de la mandíbula, de manera que la fosa alcanzaba el parietal y los huesos escamosal y postorbitario ya no se situaban por encima de ella; finalmente, la propia barra postorbitaria se hizo incompleta llevando a la condición típica de los mamíferos, en que la órbita y la fosa temporal están fusionadas.

[1]​ Este grupo se caracterizaba porque la mandíbula inferior se articulaba con el cráneo en el pequeño hueso cuadrado fijándose mediante poderosos haces musculares que posibilitaban una gran amplitud de bostezo, lo que posibilitó la aparición de especies con descomunales dientes, como era el caso de los gorgonópsios, los primeros dientes de sable conocidos.

Sin embargo, aún no hay evidencia del paladar secundario.

Las extremidades anteriores son extensibles y las posteriores tienen además la capacidad de erguir la postura.