), las técnicas aplicadas a la resolución de problemas,[1] pero desde el punto de vista teórico, también interesa establecer una tipología sobre el conjunto de los problemas, a efectos de por ejemplo dejar bien claro que frente a un problema determinado básicamente se presentan dos situaciones: o bien dicho problema no tiene solución,[2] o bien sí la tiene; y dentro de esta última situación hay en lo básico dos casos posibles: o bien la resolución es algorítmica[3] o bien no lo es.
I: Conjunto de operaciones y transformaciones, conjunto no vacío, que pueden ocurrir durante el proceso da resolución del problema, desde su fase inicial, hasta la obtención de la posible respuesta.
C: Condición, relación binaria, que debe satisfacer el problema.
Más precisamente, esta relación binaria es el conjunto solución del problema.
Mientras aún no se resuelve un problema, identificamos los siguientes componentes: (A) un objetivo a ser alcanzado; (B) un conjunto de acciones pre-pensadas para resolver tal problema; (C) la situación inicial de tal problema.