Templo romano de Santa Eulalia de Bóveda

Estaba dedicado a la diosa Cibeles y reconvertido al culto de Santa Eulalia.

Esta puerta está flanqueada por dos pequeñas ventanas que iluminan la sala interior en la que se encuentra en el centro un estanque de planta rectangular de poca profundidad, tapiada tras la reconversión cristiana.

El conjunto posee perdices, faisanes, gallináceas, pavos reales (símbolo de la diosa), palomas, un ganso y un pato, entre motivos vegetales estilizados que representan el árbol sagrado de Atis, el pino y su fruto.

Las pinturas murales inferiores desaparecieron al cristianizarse el santuario y seguramente hacían referencia a los misterios de la diosa.

El repertorio escultórico de Santa Eulalia de Bóveda poco tiene que ver con la escultura clásica romana y más podría pasar por arte visigodo de siglos posteriores, pero indudablemente hace referencia directa a la diosa titular del santuario, así como al rito que se practicaba.

Esta piedra se sustenta sobre una columna y se relaciona con unas imágenes en el atrio de unas avestruces encaramadas sobre una piedra en una esbelta columna, como personificación zoomórfica de la diosa.

Sobresale por su excepcionalidad un relieve astronómico en el que aparece un planeta y su luna, Rea como esposa de Saturno.

Portada del Atrio.
Interior del santuario.