Estas ballenas serían cuatro mujeres ancianas que son transformadas en cetáceos para realizar esta tarea a la caída del sol de cada día.
Desde esta isla, las ánimas (püllü) se convertirían en espíritu (alwe); y partirían hacia la lejana "región de Occidente".
En la mitología chilota, las comunidades huilliches de la zona de Cucao, en la costa occidental de la Isla Grande que da al Pacífico, tienen una versión ligeramente distinta producto del sincretismo entre la cultura mapuche y la Europea (traída por los conquistadores españoles), en el que Trempulcahue es conocido como Tempilcahue y representado como un Barquero (un ser de características similares al barquero Caronte; el cual presentaría un mal genio y castigaría a las almas con golpes de remo).
Así, cuando una persona muere en tierra, su alma va hasta la punta Pirulil y grita ¡balseo!
[1] En cambio, referente a las almas de los muertos en el mar, estas serían llevadas por la Pincoya y sus hermanos hasta el mítico barco llamado Caleuche.