Consisten en un rotor casi triangular que gira sobre un eje excéntrico dentro de una cámara elíptica.
Para mejorar la potencia en toda la gama, se utiliza el sistema de distribución variable.
La potencia del motor se transmite a las ruedas motrices, que impulsan al automóvil.
En un principio los automóviles eran de tracción trasera debido a que las ruedas directrices, que eran las delanteras, no podían recibir la potencia del motor al mismo tiempo.
Hoy en día hay una gran mayoría de vehículos con tracción delantera.
Para solventar este problemas se inventaron varios sistemas: La suspensión tiene el objetivo de mantener las ruedas pegadas al suelo y evitar en lo posible que las irregularidades del suelo las reciban los pasajeros.
Al principio los coches no llevaban amortiguadores, y los elementos elásticos utilizados tienden a rebotar, con lo que las ruedas se despegan y pueden llegar a hacer saltar al coche.
Al principio solamente eran dos discos que rozaban entre ellos para frenar el rebote de muelle.
Hoy en día, son hidráulicos o de gas, incluso regulables en dureza como los reológicos, útiles en suspensiones activas.
Normalmente se han usado elementos elásticos metálicos para sostener el peso del vehículo: ballestas, barras de torsión o muelles helicoidales.
Esta suspensiones neumáticas se suelen regular fácilmente, la altura, añadiendo más gas y la dureza reduciendo el tamaño de la cámara de gas que sostiene el peso del coche.
Además deben tener una buena resistencia a la fatiga y ser fácilmente dosificables.
Actualmente para trasmitir la orden de frenar se utiliza un circuito hidráulico pero Mercedes-Benz está pensando en sustituirlo por un sistema eléctrico.
Actualmente se está masificando el uso de luces led que son utilizadas para posición e iluminación interior del habitáculo y que tienen una duración muy superior.