La dirección fue encargada al arquitecto Camilo de San Germán, a quien sustituyó el ingeniero inglés Thomas Surplice.
Realizado el juicio, el teatro volvió a cumplir con el objetivo para el que fue construido: enaltecer el arte.
El primero de diciembre de 1916 se iniciaron los debates del Congreso Constituyente en la sesión abierta por el presidente del Congreso, Luis Manuel Rojas, a la que concurrió el presidente Venustiano Carranza, quien, al entregar el proyecto de una nueva Constitución, pronunció un importante discurso.
En 2008 se retiraron de su fachada varias placas conmemorativas, dándole más vistosidad.
En el primer piso hay una pequeña galería con fotos y escritos de todos los constituyentes.