Diversos documentos históricos, visualizados como programas y planes a principios de siglo, apoyaron lo que daría nacimiento a las raíces de la ideología revolucionaria, puntualizando en las reformas políticas, económicas y sociales.
La victoria del gobierno constitucionalista lo obligó a emprender prontos y radicales cambios políticos, puesto que para 1916 no había ya pretexto para que se prolongara el llamado periodo preconstitucional.
En términos preparativos, lo que más preocupó y ocupó a don Venustiano fue que llegara a Querétaro una amplia mayoría de simpatizantes suyos, en concreto colaboradores del aparato gubernamental, ya fuera de nivel local o federal.
Hombre memorioso, tenía muy presente que la Convención, con una mayoría de elementos contrarios a él, habría terminado por declararle la guerra.
[3] El 22 de octubre se efectuaron las elecciones para elegir diputados al Constituyente.