Macario Pérez

Sus padres fueron Margarito Pérez, un agricultor de la región del Cañón (ubicado en Bustamante) y Dámasa Cázares.

Su método de enseñanza consistía en tener fe en el alumno y guiarlo con mano firme e impulso definido.

De 1905 hasta mediados de 1906, Macario fue director del Colegio Pedro Noriega ubicado en Linares, Nuevo León; llegó a la escuela con ideas innovadoras para la educación, así como, adelantado a su tiempo, idealizó el derecho natural del hombre, fomentó el desarrollo moral y la responsabilidad, e igualmente promovió los hábitos de lectura.

La Revolución Mexicana comenzó a afectar a Nuevo León entre 1913 y 1914, por ello se tuvo que cerrar temporalmente el Colegio Juárez en 1914, pero en la mayor parte del curso, la escuela se desenvolvió con normalidad.

En este instituto se reflejaba la educación liberal, la práctica de valores y la disciplina, además contaría con internado.

En 1929, Macario Pérez dio clases nocturnas es el Círculo Mercantil Mutualista, en la que sus estudiantes eran obreros.<1> Fue profesor de la Escuela Comercial "Rodrigo Zuriaga” del Campo Militar en 1933.

El escultor regiomontano Cuauhtémoc Zamudio esculpió un busto del profesor Macario, incluyendo un texto similar al que se encuentra en su lápida: “Fuiste ejemplo y benefactor de multitudes que te veneran.

Tu grato recuerdo ha sido y será guía de generaciones “.

José Roberto Mendirichaga publica su obra Macario Pérez Maestro de siempre en 1994.