Miguel F. Martínez

Poco después de que cumpliera los siete años, el Congreso del estado designó gobernador a Santiago Vidaurri.

Muy joven descubrió su pasión por la música, y fue iniciado en el por su propio padre, convirtiéndose en poco tiempo en un buen flautista.

Ese mismo año comenzó a colaborar con Serafín Peña, seis años mayor que él, como ayudante y maestro auxiliar.

En 1870 empezó a trabajar formalmente como maestro dirigiendo una de las dos escuelas públicas que había en la ciudad.

Cuando prácticamente había concluido sus estudios profesionales, fue incorporado como ingeniero militar para aprovechar sus conocimientos de topografía y fortificación durante el asedio a Saltillo.

Reanudó sus labores como maestro, creando un colegio privado para atender la crecientes necesidades de Monterrey, que por aquel entonces tenía poco más de 30 mil habitantes, pero tuvo que clausurarlo, debido a los trastornos políticos locales.

Regresó ese mismo año a Monterrey, donde fundó su Colegio Particular para Internos, escuela que estuvo funcionando hasta 1881.

En 1881, el gobernador Viviano L. Villarreal ordenó reabrir la escuela normal y le encargó a Miguel dirigirla, razón por la cual cerró su colegio.

Volvió a Monterrey en 1915, donde fue nombrado director de las escuelas normales del estado.

Fundó en México el Boletín de Instrucción Primaria y la Escuela Mexicana.