Esta antigua ciudad colonial, conocida originalmente como Santiago de Querétaro,[1] destaca por conservar el plano primitivo de la ciudad con sus calles sinuosas, junto al diseño geométrico típico de las ciudades establecidas por los españoles en territorio indio.
A través de gestiones del gobernador y el alcalde, México postuló a Querétaro como candidato para formar parte del patrimonio mundial de la UNESCO.
[2] En preparación para la nominación, una comisión llevó a cabo una visita de evaluación a la ciudad, durante la cual se realizaron recorridos por la zona de monumentos arquitectónicos y sitios históricos.
Finalmente, el 5 de diciembre de 1995, en la reunión anual del Comité del Patrimonio Mundial celebrada en Mérida, se decidió incluir a la ciudad de Querétaro en la mencionada lista.
Con esta designación, tanto el pueblo como el gobierno asumieron el compromiso de fomentar, proteger, conservar, revalorizar y rehabilitar el Patrimonio Cultural.