Los pueblos prehispánicos de América Latina tenían sus propios rituales, festivales y ceremonias que incluían bailes, cantos, poesías, canciones, escenificaciones teatrales, mimos, acrobacias y espectáculos de magia.
Asimismo, se erigieron plataformas para mejorar la visibilidad y los escenarios eran decorados con objetos naturales.
Gran parte de esas representaciones tenían un carácter religioso, mitológico, histórico, y a veces cómico.
Sabemos también que esas representación tenían un espacio escénico muy bello, con flores y plantas.
Durante los primeros cincuenta años después de la Conquista de América, los misioneros usaron ampliamente el teatro para propagar la doctrina cristiana a la población indígena, acostumbrada a los espectáculos visuales y orales.
Así, el teatro bajo el auspicio español estuvo principalmente al servicio de la administración virreinal.
[7] 1968-1974: Frente a una tendencia que intenta obtener una definición más homogénea con modelos europeos, otros sectores del teatro latinoamericano trabajaron para enfocarse en doctrinas indigenistas.