El teatro inicial incluía tres partes: la cavea, espacio semicircular que recibe a los espectadores, la escena donde actuaban los protagonistas y el muro que servía a la vez de decorado y cierre del monumento.
En Arlés, el teatro contenía pues dos veces menos espectadores que las Arenas y el Circo.
El teatro a diferencia del anfiteatro o el circo ofrecía espectáculos donde interpretaban actores; se representaban tragedias, comedias, mimos y pantomimas romanos o griegos con destino a un público probablemente más refinado.
Estas obras teatrales representadas esencialmente en fiestas celebradas en honor de dioses, eran gratuitas para que todos pudieran asistir.
En 1755 - 1789, el patio del convento donde eran visibles las dos columnas sirvieron para presentar al público los descubrimientos arqueológicos hechos in situ.
Finalmente, quedan solas y misteriosas, dos columnas del centenar que decoraba el muro de la escena.