Durante la Guerra civil, se ocuparon del edificio unos funcionarios, y una vez terminada la contienda, pasó a titularidad pública, realizándose pequeñas mejoras durante 1940-41, como la creación de un foso para la orquesta.
Posteriormente, hacía 1960, con proyecto del arquitecto Antonio Góngora Galera se realiza una reforma en profundidad, que altera sustancialmente la tipología de la sala, con motivo de transformar el teatro en cinematógrafo.
Las obras, gestionadas por el Ayuntamiento de Almería, comienzan en 1987 bajo la dirección del mismo arquitecto y después de que por diversas circunstancias permanecieran paralizadas entre 1989 y 1992, se terminaron en 1993.
Sobre ellos reposa un ático con óculos de clave resaltada y pilastras, cuyos capiteles muestran motivos teatrales.
Lo remata un cuerpo con óculo central con dos ventanas a los lados y sobre él un frontón triangular listo.