El escaramujo puede ser comestible en crudo, tras quitar las semillas pilosas del endocarpio, resultando en fresco una excelente fuente de vitamina C; sin embargo el consumo más común y frecuente es en diversas preparaciones, siendo apto para la confección de mermeladas, confituras y jaleas.
También es un ingrediente corriente en tisanas, muchas veces mezclado con hibisco u otras hierbas.
En Suecia se hace sopa de esta fruta, y en China se utiliza la rosa castaña (Rosa roxburghii), para preparar jugos del escaramujo de esta especie.
Igualmente de las semillas del escaramujo se puede extraer un aceite apreciado en perfumería y la industria cosmetiquera.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los estudiosos británicos tenían asignada la tarea de recolectar escaramujos.