Tanques comprados por Hungría

Los tanques comprados por el Reino de Hungría son vehículos adquiridos durante el periodo entre guerras y durante la Segunda Guerra Mundial ante la necesidad de rearmar al ejército húngaro, obteniendo una variada cantidad de tanques italianos, checos, suecos, y alemanes para la defensa del territorio húngaro.

Comprando unidades de prueba como 29M Crossley e 29M Vickers (una unidad de cada una para pruebas en territorio húngaro), sin embargo las prestaciones eran insuficientes para las necesidades del país, llevando a la cancelación de las negociaciones con la empresa Vickers.

Durante 1938, el gobierno húngaro al mando del almirante Miklós Horthy ordena reequipar al ejército húngaro en un plazo corto de tiempo, llevando al ejército a colocar 2 líneas de trabajo: La causa principal es la amenaza de invasión por parte de la Pequeña Entente: Checoslovaquia, Yugoslavia y Rumanía fundaron una alianza inicialmente para impedir la restauración del Imperio Austrohúngaro al finalizar la Primera Guerra Mundial y neutralizar cualquier amenaza de anexión de cualquier nueva potencia en la región, sin embargo, en 1939 las tensiones disminuye a causa de la invasión alemana a Checoslovaquia generándose la separación de Eslovaquia.

Sin embargo, seguían disputas territoriales con Rumanía (Disputa de Transilvania), Eslovaquia (disputas por territorios en Checoslovaquia para obtener frontera Polaco-Magiare), Yugoslavia (obtener territorios pertenecientes a la parte Húngara durante la era Imperial), mantuvo el desarrollo del ejército y el rearme; logrando solucionarse en parte durante el Primer arbitraje de Viena.

Durante 1942 siguió su apoyo durante la campaña al Rostov del Don, y finalmente reforzó el ala norte (Junto al Cuerpo Expedicionario Italiano) de la operación Fall Blau hasta el margen occidental del río Volga (al Norte de Stalingrado).