Tan Sitong

Las palabras que pronunció tras su detención —que China nunca lograría renovarse hasta que hubiera hombres dispuestos a morir por ella— fueron recordadas por varias generaciones de chinos.

[1]​ Considerado «una de las mentes más originales de su generación», fue más allá que sus maestros al proponer la República como solución al sojuzgamiento de China a las potencias occidentales y a Japón y no la monarquía reformada como defendían entonces Kang y Liang.

Tan Sitong intentó un golpe de Estado para evitar que actuara en contra del emperador pero fracasó.

Kang logró escapar a Hong Kong, mientras que Liang y Tan Sitong se refugiaron en la embajada de Japón.

Una gran multitud contempló cómo se rompía el cuenco.

Tan Sitong
Cuerpos decapitados en 1905, en el mismo lugar donde siete años antes fueron ajusticiados los Seis caballeros de la Reforma de los Cien Días .