Además se producían refinados elementos de uso tales como cajitas, potes, vasijas y adornos.
Los mismos presentan figuras de flores, animales y niños.
Para las culturas prehispánicas de Mesoamérica como los olmecas, mayas, toltecas, quichés, mixtecas, zapotecas, aztecas (chalchiúhuitl) y nicoyas; el jade era la piedra de la creación, significaba vida, fertilidad y poder.
En el valle del Río Motagua en Guatemala, se encuentra uno de los yacimientos más ricos del mundo y es la fuente de los colores más novedosos, como el jade arco iris, el jade negro y el "oro galáctico", que es un jade negro con incrustaciones naturales de oro, plata y platino.
Esta región ha sido confirmada como la fuente de todo el jade usado por los mesoamericanos durante 3.000 años.