En este sentido, los ancestros de los tahamíes pudieron llegar al llamado oriente, nordeste y bajo cauca antioqueño entre hace 15 mil y 20 mil años, que es el tiempo en el que se estima la llegada del hombre moderno a Sudamérica en su emigración desde las Estepas Siberianas a través del Estrecho de Bering.
Hacia el año 1328 los mayas incursionaron en el territorio de lo que hoy es Colombia y sometieron a numerosos pueblos indígenas, entre ellos los tahamíes con los cuales se mezclaron e introdujeron numerosos elementos culturales mayas como rituales, artesanías, costumbres y alimentos.
La nueva invasión acarreó la pérdida del idioma, de muchas costumbres y la imposición de la religión católica que, sin embargo, no pudo eliminar muchas creencias locales asociadas al culto a la selva y al jaguar.
Se sabe de estos encomenderos cómo creaban conflictos entre las diversas tribus para inducirlas a la guerra y mantener el rentable negocio.
Nunca centralizaron estos cacicazgos dispersos, pero en momentos críticos como el enfrentamiento con los conquistadores actuaron confederadamente con sus similares al mando del jefe local que hubiese demostrado mayor arrojo y valor en el pasado.
Al contrario, sus vecinos tradicionales los nutabes tienen constituido un cabildo indígena en Medellín que busca por recuperar las tradiciones e identidad ancestral.