Théophile de Bordeu

Trabajó un tiempo en la Enfermería Real de Versalles dedicándose al mismo tiempo a estudios sobre el pulso, el tejido mucoso, las glándulas, las enfermedades crónicas y la historia de la medicina.En 1748, lanzó el termalismo pirenaico dirigiendo la cura del duque y la duquesa de Biron.Influyó en sus ideas filosóficas sobre la sensibilidad, mediante sus investigaciones sobre el papel del sistema nervioso, la importancia de los nervios y la jerarquía funcional de los órganos.Bordeu se dedicó a probar que en las funciones vitales no todo puede explicarse simplemente por las leyes de la física o la química y que es necesario admitir la existencia de una fuerza especial ; él la denominó «sensibilidad» y atribuyó a cada órgano una sensibilidad propia.[2]​ Se le deben, en anatomía, descubrimientos importantes sobre el funcionamiento de las glándulas y la estructura de los tejidos, que abrieron el camino a Xavier Bichat.