Con el pasar de los años fue adquiriendo características propias en su coreografía, música y vestimenta.
[3] Según la versión peruana esta danza se remonta a mediados del siglo XX,[4][5] algunos historiadores argumentan que tiene su origen en las zonas altoandinas de Puno, Tacna o Moquegua.
El ñandú o Suri se encuentra exclusivamente en Sudamérica: Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil.
Las mujeres llevan un manto ceñido a la cabeza, un sombrero, una blusa, polleras, faja, y abarcas u ojotas en los pies.
El suri podría haber sido un animal sagrado y totémico para los ayllu de Italaque, y sus miembros utilizaban enormes tocados sobre la cabeza para intimidar al enemigo en tiempos de guerra, adornándolo con sus plumas para investirse las cualidades del ave, e interpretando sikus con grandes bombos para infligir miedo a los enemigos.