[2] Algunas investigaciones han encontrado interés en la suramina para el tratamiento del cáncer de próstata.
La suramina es administrada por una inyección intravenosa cada semana por seis semanas, a una dosis por inyección de 1 g. Las reacciones adversas más frecuentes son náuseas y vómitos.
Alrededor del 90% de los pacientes tendrá un sarpullido o urticaria (como si fuera una hiedra venenosa) que desaparece a los pocos días sin necesidad de interrumpir el tratamiento.
Muy infrecuentemente se ha reportado daño renal y dermatitis exfoliativa.
[7] También se ha investigado su efecto sobre la telomerasa[8], y últimamente su estudio sobre el autismo[9].