Superlópez

Antonio Martín, por entonces director editorial del área de cómics de la editorial barcelonesa Euredit y responsable del encargo, tuvo que convencer a Jan —quien no se consideraba a sí mismo un humorista— [3]​ para que realizara el trabajo, y este lo realizó rápidamente, sin mucha fe.

En estas circunstancias, ante las imposiciones marcadas por Bruguera sobre guiones y humor se negó a realizarlos, y parte de ellos —entregados al dibujante generalmente en hojas amarillas mecanografiadas— recayeron en Conti, quien los firmó en ocasiones con el seudónimo de Pepe,[13]​ mientras que otros se dejaron incluso sin firmar.

[4]​ En estas aventuras se presenta a un Superlópez casado, más torpe y humano, preocupado en mayor medida por sus problemas en la oficina que por sus peleas con supervillanos.

En 1978 Rafael González se jubiló, y fue sustituido en el cargo de la dirección editorial por Ana María Palé.

[22]​ Jan, gracias a su amistad con Miguel Pellicer,[23]​ retomó el personaje en 1979 para Bruguera, con Efepé como guionista.

El tándem Efepé - Jan creaba así la base para sustentar las aventuras posteriores del superhéroe.

Ricardo Aguilera y Lorenzo F. Díaz indican además que la estructura dramática aportada por Efepé recuerda al Goscinny de Astérix.

[32]​ Al mismo tiempo, la nueva editorial creó otra publicación con la cabecera Superlópez que se mantuvo durante 4 años.

En 1990 el personaje se incorporó fugazmente a la revista Yo y Yo para acabar recalando al año siguiente en Mortadelo.

[37]​ En comparación con su etapa en Bruguera, el autor ha expresado sentirse con mayor libertad, profesionalidad y confianza en su trato con Ediciones B.

[43]​ Más tarde, Ediciones B comienza a incluir desde 1987 las aventuras del personaje en una nueva publicación con la cabecera Superlópez, la cual desaparece en 1990.

La revista venía acompañada de un casete musical, producido por Belter, que incluía una canción dedicada a Superlópez e interpretada por Regaliz.

[43]​ Bruguera, en 1982 y bajo la colección Súper Humor Superlópez, editó también un tomo que recopilaba las cinco primeras aventuras del personaje.

[51]​ Esta poca difusión fuera de las fronteras se debe a la presión ejercida por DC Comics;[29]​ Bruguera no cedió en cuanto a España y Alemania, pero en los demás países hubo que dejarlo,[29]​ y la editorial americana consiguió evitar su publicación en francés en países como Francia o Bélgica.

Un ejemplo ilustrativo es la aventura La caja de Pandora, donde el lector más pequeño podrá ver una divertida historia de monstruos, pero alguien más culto podrá advertir alusiones a los mitos griegos, aztecas, hindúes y egipcios, así como referencias a la parapsicología o la ufología.

[14]​ Esta voluntad de proporcionar múltiples lecturas fue recibida, sin embargo, con escepticismo por la editorial Bruguera, influida por su subcultura propia.

En esta época se mejora igualmente el chiste repetitivo ya presente con Efepé, y se muestran habituales estructuras repetitivas con idénticos principios y finales o viñetas en posiciones ya vistas, así como finales abruptos en apenas dos páginas.

[76]​ Para ello cargaba un pesado equipo con dos cámaras y numerosos carretes, aunque la fotografía digital ha mejorado este aspecto.

Igualmente, cabe mencionar obras tales como Un camello subió al tranvía en Grenoble... u Hotel Pánico.

[79]​ Con el tiempo, en los álbumes ha ido cobrando fuerza progresivamente esa mayor carga social, donde cada lector puede sacar conclusiones distintas y diferentes lecturas.

[14]​ Entre los temas criticados con más frecuencia se encuentran referencias explícitas contrarias al uso del tabaco o las drogas,[81]​ con mensajes como «no fumes y lee», «no por mucho fumar amanece más temprano»,[82]​ «si os ofrecen chocolate decid que... ¡naranjas!», «Calle cortada al tráfico» o carteles con jeringuillas tachadas.

En ocasiones se ayudaba de otros materiales, como lápices verdes, azules, negros blandos, e incluso boli o rotulador.

Tras esto, la página se utilizaba como modelo para dibujar, en una cartulina colocada encima del boceto, la versión final con lápiz de mina dura.

[30]​ En busca del mejor resultado el dibujante procura estar al día en los sistemas de color.

Se pueden notar las similitudes con la historia de Superman, el cual nació en Kriptón y fue llamado Kal-El.

[58]​ López crece intentando llevar una vida común al tiempo que se esfuerza en controlar sus superpoderes y combatir el mal.

[103]​ En las aventuras de Superlópez el autor ha introducido muchos personajes ajenos: Jan, durante años, dibujó para sobrevivir libros troquelados y demás sobre Heidi, Marco, Mortadelo, etc.[109]​ Por ello es habitual ver en alguna viñeta de los cómics —cual individuo de la ciudad o estampados en camisetas o pósteres— a estos personajes, así como a otros como Anacleto, Pafman e incluso a Pulgarcito, personaje del propio Jan.

[122]​ Tampoco todos los petisos amarillos son iguales en todas sus apariciones: tras unos primeros cómics con preponderancia de petisos calvos, su estilo y peinado va variando en sucesivos álbumes, y en diversas historietas estos seres adoptan una determinada apariencia según el escenario en el que discurre la acción.

[80]​ Sin embargo, además de compartir nombre, Jan asegura que mucho del carácter que le asigna a Juan López es calcado del suyo,[61]​ como por ejemplo su intolerancia hacia las imposiciones,[52]​ aunque trata de darle a cada personaje su propia idiosincrasia.

Eric Frattini y Óscar Palmer comentaron sobre esta primera etapa que «además de practicar unos niveles de sátira social actualmente desaparecidos del mundo del tebeo juvenil, consiguió unir durante varios años a una audiencia completamente multigeneracional».

Desde Los alienígenas los números de la serie son realizados en exclusiva por Jan.
Jan en la exposición del Salón del Cómic de Barcelona dedicada a su obra, en 2003.
A la izquierda, álbumes de la colección Fans Superlópez ; a la derecha, tomos recopilatorios en tapa dura de la colección Súper Humor Superlópez .
Comparativa de los lomos de distintas ediciones de Superlópez en formato Súper Humor , en orden cronológico.
En la publicación de Super Meier en Alemania atribuyeron erróneamente a Ibáñez como autor.
Cerditos de mazapán en un escaparate en Camprodón , como los que dieron nombre al álbum Los cerditos de Camprodón .
En El tesoro del Ciuacoatl Jan realizó una detallada labor de documentación sobre la cultura mexicana .
Renault 5 similar al modelo utilizado por López en Petisoperías . [ 71 ]
Jan se trasladó a Camprodón para realizar el guion de Los cerditos de Camprodón sobre el terreno, e hizo cientos de fotografías.
La catedral de Alejandro Nevski , representada en Periplo búlgaro .
Foto de un torii en Nara ( Japón ), representado en una viñeta de La banda del dragón despeinado .
Son habituales mensajes contra las drogas en los álbumes.
Vista general de la exposición del Salón del Cómic de Barcelona dedicada a la obra de Jan, en 2003.
Set de acuarelas líquidas.
Letra S similar a la usada por Superlópez en su traje a partir de Los alienígenas .
«Un café con leche y un croissant », expresión característica de la serie.
Tabla de correspondencia del alfabeto petiso.
Jan , el creador de la serie, en 2006.
Superlópez en el salón de Barcelona (2018).