El encuentro fue disputado entre el F. C. Barcelona, ganador de la UEFA Champions League 2014-15 y el Sevilla F. C., ganador de la UEFA Europa League 2014-15 en el Estadio Borís Paichadze de Tiflis, Georgia.
El Barcelona se hizo con el título, tras un partido memorable en el que el Sevilla plantó cara a un equipo que arrasó a sus rivales la campaña anterior y al que le remontó un 4-1 con los goles marcados por José Antonio Reyes, Kevin Gameiro y Yevhen Konoplyanka.
Con el resultado de 4-4 llegaron a la prórroga y Pedro Rodríguez hizo el 5-4 en el minuto 115 tras aprovechar un rechace del portero sevillista.
La final tuvo un precedente en la edición de 2006, en la que el Sevilla se alzó con el título después de derrotar al Barcelona por 0–3.
Un gol de Pedro Rodríguez en el minuto 115, a cinco minutos del final de la prórroga, dio el título al conjunto barcelonista de igual modo que en la edición de 2009, con mismo protagonista y minuto.