Suerte de pinos

[2]​ Las condiciones tradicionalmente que deben reunir los sujetos beneficiarios son vinculación y arraigo además de la residencia.

[4]​ Esta comarca cubre una extensión próxima a las 100.000 hectáreas de masas forestales naturales autóctonas, principalmente de pino silvestre y pino negral, con enclaves importantes de haya, roble (especialmente rebollo), enebro o quejigo.

[5]​ Existe un documento, fechado en 1569, en el que se describe un pleito entre Don Juan Manrique de Lara y el Concejo y Vecinos de San Leonardo.

[6]​ Este derecho también figura en el Catastro del marqués de la Ensenada de 1749, donde en la contestación a la pregunta 23 se dice explícitamente que los aprovechamientos eran distribuidos a partes iguales entre los vecinos.

En la del 20 de agosto se concedieron  a 5 pueblos, San Leonardo, Navaleno, Casarejos, Vadillo y Covaleda,  el derecho a serles adjudicados y para el reparto entre sus vecinos, un cierto número de pinos.

El río Duero cerca de su nacimiento