Christie tuvo de asistentes a Morné du Plessis y Gysie Pienaar.
[1] El segundo partido fue contra los Canucks, de ambas partes hubo agresiones físicas, juego sucio y peleas que terminaron con jugadores ensangrentados.
Los expertos sudafricanos creían que los Springboks solo llegarían a cuartos, perdiendo contra Australia y siendo eliminados por La Rosa, y Mandela dijo públicamente confiar en que obtendrían la victoria.
Hasta los 25 años del título, el entrenador y cuatro jugadores perdieron la vida: Kitch Christie murió por leucemia en 1998, le siguió Ruben Kruger producto de un tumor cerebral en 2010, Joost van der Westhuizen sucumbió a la esclerosis lateral amiotrófica en 2017, James Small por enfermedad coronaria y Chester Williams de un infarto agudo de miocardio, en 2019.
Tal macabra situación, que ha recibido el oscuro apodo de maldición, no ha sucedido en otros planteles campeones; incluso ni en los dos más longevos.