Las raíces de este pastel se sitúan en el árabe y armenio baklava.La cocina vienesa desarrolló este plato y lo refinó hasta llegar a ser lo que conocemos hoy en día.El éxito de este postre hizo que posteriormente su receta se popularizara en todos los países del antiguo Imperio austrohúngaro.El arte de su elaboración consiste en hacer la pasta lo más delgada y elástica posible.Para cocinar el apfelstrudel, se llega a elegir las manzanas para que tengan un buen aroma, una textura agradable en forma de compota y al paladar un toque ligeramente ácido.