[1] El personaje es un hombre de mediana edad con una obesidad mórbida totalmente anormal para el ser humano.
Tras comérsela, su cuerpo se empieza a inflar hasta que revienta y se produce una gigantesca explosión en la que un torrente de bilis y comida digerida lo ensucia todo.
A pesar de la explosión, Creosota sigue vivo, pero su pecho aparece abierto contemplándose sus costillas y el corazón (todavía latiendo).
Esta escena ha sido considerada como una de las más repulsivas en el cine del siglo XX.
[cita requerida] El director Quentin Tarantino confesó haber sentido náuseas por el sketch, en cambio los críticos alabaron el humor negro.