[5] Wilhelm von Lenz en 1852 fue el primero en dividir la carrera musical de Beethoven en tres etapas estilísticas.
Según este musicólogo ruso esta pieza pertenece al primer periodo, que abarca obras compuestas hasta 1802.
El compositor interpretaba algunas de estas obras con la suficiente frecuencia como para que se hicieran populares y la gente le alentó a publicarlas (los Tríos para piano, Op.
Asimismo, resulta significativo que sus primeras publicaciones no fueran sinfonías, óperas o cuartetos de cuerda, géneros asociados a Haydn y Mozart.
En cualquier caso, no está desprovista de trascendencia y cuenta con pinceladas magistrales.
Al propio compositor le gustaba mucho esta obra, probablemente por su humor y extravagancia.
Bastante compleja, esta sección se basa menos en los temas de la exposición y más en ideas nuevas.
Le sigue la recapitulación que sorprendentemente está en la lejana tonalidad de re mayor.
Comienza con unos acordes enérgicos que ascienden de forma inquietante desde los registros más graves.
La melodía parece ascender con varios giros a lo largo del camino, comenzando la mano izquierda y entrando la derecha para sugerir rasgos fugados.
Hacia el final de este proceso, los acordes en el registro grave sugieren una idea enteramente nueva, pero el impulso narrativo se mantiene gracias a un fragmento del tema inicial, que finalmente conduce, tras una repetición, a una variación del tema.
Finalmente se da paso a una breve pero brillante coda que cierra la obra.