Fue además activa promotora de los derechos del niño, impulsando su inclusión en la legislación uruguaya.
Su actividad diplomática tuvo lugar mayormente durante la presidencia de Gabriel Terra (1933-1938).
[3] En los comicios de 1942, por primera vez en la historia uruguaya hubo mujeres electas al Parlamento.
Álvarez Vignoli (en representación del Riverismo) e Isabel Pinto de Vidal fueron las primeras senadoras, no sólo en Uruguay, sino en toda Sudamérica.
Al mismo tiempo, Julia Arévalo de Roche y Magdalena Antonelli Moreno ingresaron como diputadas.