Propuso visitar industrias y oficinas para instruir a todas las mujeres en el ejercicio de sus derechos.
En su opinión, no se debía rechazar a ninguna mujer por falta de instrucción.
Todas las mujeres de buena voluntad podían y debían ingresar al Consejo Nacional".
[6] Sofía Álvarez Vignoli e Isabel Pinto de Vidal fueron las primeras senadoras, no solo en Uruguay, sino en toda Sudamérica.
Al mismo tiempo, Julia Arévalo de Roche y Magdalena Antonelli Moreno ingresaron como diputadas.