Todas las hijas estudiaron magisterio y algunas de ellas siguieron carreras universitarias, lo que las incluyó entre las primeras mujeres profesionales del Uruguay.
[6] En sus trabajos entendía que la educación sexual debía ser integrada a la educación para ambos sexos, ya que una adecuada salud sexual para prevenir enfermedades venéreas era responsabilidad tanto de varones como de mujeres.
En 1910 esta asociación organizó el Primer Congreso Internacional Femenino en Buenos Aires y Paulina asumió su publicidad en Uruguay.
Al año siguiente conformó y presidió la sección uruguaya de la Federación Femenina Panamericana.
Fue la única que inició mujeres en el Gran Oriente Lusitano Unido y funcionó hasta 1923, cuando pasó a depender de la Orden Masónica Mixta Internacional Le Droit Humain.
Representó en varias oportunidades al Gobierno uruguayo, integró las comisiones directivas de varias asociaciones internacionales feministas, participó en múltiples congresos en Europa y por la vasta red académica personal que fue forjando por más de cincuenta años.
A esta organización la representó en las Conferencias de Desarme celebradas en Ginebra en 1932 (también actuó como delegada del Gobierno uruguayo).
En los años treinta formó parte del Comité de Lucha contra el Fascismo y la Guerra.
Durante la guerra civil española formó parte del Comité Pro-casas para el Niño de la España Leal.