Comisión Pontificia Bíblica

La respuesta doctrinal, que a la llamada cuestión bíblica esbozó León XIII en su encíclica Providentissimus Deus, necesitaba, como complemento imprescindible, realizaciones prácticas, que, promoviendo entre los católicos el estudio científico de la Biblia y aprovechando para su interpretación los avances de las ciencias, taponaran la brecha que aquel movimiento había abierto en la ortodoxia.El organismo pontificio comenzó por instituir el premio Lord Braye para la mejor disertación bíblica sobre tema previamente establecido, que sólo se adjudicó en 1905 y 1906.En 1904 se confió a la Comisión la facultad de conferir grados de licencia y doctorado en Ciencias Bíblicas, que a partir de 1916 se extendió al Pontificio Instituto Bíblico para bachillerato y licencia y posteriormente, desde 1928, para el doctorado también.El vicepresidente asiste el presidente y es elegido por los integrantes de la Comisión.Los integrantes son especialistas reconocidos mundialmente en diferentes campos de la exégesis bíblica (Pentateuco, libros proféticos, libros sapienciales, Evangelios sinópticos, escritos joánicos, epístolas paulinas, Apocalipsis, etc).