Construida como una sátira de las películas y los ideales futuristas, el cineasta neoyorquino evoca ambientes metálicos y situaciones absurdas, haciendo una comedia física (o slapstick) con una banda sonora jazzística compuesta por el propio Allen y su grupo de jazz de la época The New Orleans Funeral Ragtime Orchestra.
Inicialmente Monroe se resiste e intenta escapar, haciéndose pasar por un mayordomo mecánico.
Tras ser secuestrado de nuevo por éstos y sometido a un proceso de reeducación, Monroe acepta participar en la conspiración: su primera misión será informarse sobre el ultrasecreto proyecto AIRES, que felizmente se le acaba ofreciendo como una oportunidad para lograr sus objetivos.
También existe una referencia implícita a la historia La Nariz de Nikolái Gógol.
Alguien, alguna vez, definió El dormilón como "la versión woodyalleniana del 1984 de George Orwell".