El asedio fue levantado cuando acudió un ejército hierosolimitano en socorro de la plaza al mando del rey Balduino IV.
Mientras un intenso ataque de catapultas azotaba las murallas, en su interior tenía lugar una boda real.
Respetando la ceremonia matrimonial, Saladino dio instrucciones a sus soldados de que evitaran disparar sobre la torre donde se casaba joven pareja, pero dejando continuar la presión sobre el castillo.
[1] Algunos mensajeros lograron burlar el asedio y avisaron del ataque musulmán al rey Balduino IV de Jerusalén.
Los cristianos llegaron mientras que las fuerzas de Saladino continuaban luchando contra las pesadas fortificaciones.