Presidencialismo

Inglaterra y Escocia fueron los primeros países en adoptar el parlamentarismo (desde 1707 como el Reino de Gran Bretaña, y desde 1801 como el Reino Unido) en el cual las facultades del ejecutivo –el monarca– se redujeron a un papel ceremonial, y a la vez una nueva autoridad ejecutiva, responsable ante el parlamento, se fue desarrollando –el primer ministro–, mientras las atribuciones del ejecutivo separado de los Estados Unidos fueron aumentando, por ejemplo, el presidente designa a la mayoría de funcionarios públicos (entre ellos los miembros del gabinete, aunque estos deben ser ratificados por el Senado).Se presentan como principales ventajas básicas del presidencialismo: En la mayoría de los sistemas presidenciales, el presidente es elegido por voto popular, aunque algunos países como los Estados Unidos usan un colegio electoral (que es elegido directamente) o algún otro método.Al escribir sobre el escándalo Watergate, Woodrow Wyatt, un exdiputado en el Reino Unido, dijo: Los críticos responden que si la legislatura del sistema presidencial es controlada por el partido del presidente, la misma situación existe.Por lo tanto, una moción de censura en algunos países parlamentarios, como Reino Unido, solo ocurre unas pocas veces en un siglo.En 1931, David Lloyd George le dijo a un comité selecto: Del mismo modo le expresó Winston Churchill a Franklin D. Roosevelt en una conversación: Por el contrario, si una iniciativa legislativa presidencial no pasa una legislatura controlada por el partido del presidente (por ejemplo, el plan de salud de Clinton de 1993 en los Estados Unidos), puede dañar la posición política del presidente y la de su partido, pero generalmente no tiene efecto inmediato sobre si el presidente completa su mandato o no.Un primer ministro, al tomar medidas trascendentes, necesita retener el apoyo de la legislatura, pero un presidente a menudo está menos limitado.Cuando los sistemas parlamentarios tienen partidos múltiples y los gobiernos se ven obligados a depender de coaliciones, como ocurre a menudo en naciones que utilizan el sistema electoral proporcional, los partidos extremistas pueden teóricamente usar la amenaza de dejar una coalición para promover sus agendas.Muchas personas consideran que los sistemas presidenciales son más capaces de sobrevivir a las emergencias.Según sus partidarios, un país bajo un enorme estrés podría estar mejor guiado por un presidente con un mandato fijo que rotar los primeros ministros.El hecho de que las elecciones estén fijadas en un sistema presidencial es considerado por los partidarios como un «control» bienvenido de los poderes del ejecutivo, contrastando los sistemas parlamentarios, lo que puede permitir al primer ministro convocar elecciones cuando lo considere oportuno u orquestar su propia moción de censura para desencadenar una elección cuando no pueden aprobar un artículo legislativo.Esto les permite a los presidentes seleccionar a los miembros del gabinete basándose tanto o más en su capacidad y competencia para liderar un Ministerio en particular como en su lealtad al presidente, a diferencia de los gabinetes parlamentarios, que pueden ser ocupados por legisladores elegidos sin más motivo que su lealtad percibida al primer ministro.