[1] Por aquel entonces el compositor tenía 30 años y estaba iniciando su periodo al servicio de la familia Esterházy.
[3] La partitura está escrita para una orquesta formada por:[1][5][6] Las flautas se emplean en el lugar de los oboes en el movimiento lento y en general doblan a los primeros violines una octava aguda.
En cuanto a la participación del clavecín como bajo continuo en las sinfonías de Haydn existen diversas opiniones entre los estudiosos: James Webster se sitúa en contra;[8] Hartmut Haenchen a favor;[9] Jamie James en su artículo para The New York Times presenta diferentes posiciones por parte de Roy Goodman, Christopher Hogwood, H. C. Robbins Landon y James Webster.
No obstante, existen grabaciones con clavecín en el bajo continuo realizadas por: Trevor Pinnock (Sturm und Drang Symphonies, Archiv, 1989-1990); Nikolaus Harnoncourt (n.º 6–8, Das Alte Werk, 1990); Sigiswald Kuijken (incluidas las Sinfonías de París y Londres; Virgin, 1988-1995); Roy Goodman (Ej.
De hecho, los términos "obertura" y "sinfonía" o "sinfonia" podrían confundirse entre sí en aquella época.
En el Finale se puede percibir una temprana inclinación del compositor hacia las danzas campesinas que posteriormente serán familiares en su producción.