Quedó profundamente impresionado por aquella música novedosa, en particular por la ópera Tannhäuser.
El recuerdo fue tan duradero que no le había desaparecido aun cuando once años después se ocupaba en componer esta sinfonía.
Cuando el maestro checo empezó a trabajar en esta pieza, un puñado de crisis artísticas –en torno a la ópera El rey y el carbonero y el incompleto Cuarteto de cuerda n.º 6 en la menor, Op.
En primer lugar, el compositor creyó perdida su primera sinfonía y numeró el resto por fecha de composición del 1 al 8.
Por otra parte, nunca valoró sus primeras sinfonías, que además quiso destruir.
El segundo movimiento, Andante sostenuto e molto cantabile, está en si bemol mayor y en compás de 4/4.
A veces se dice que su tema, de una fuerza sin igual, está inspirado en Tannhäuser de Wagner, lo que sin duda se refleja, entre otras cosas, en las armonías inusuales y ricamente moduladas.
Allegro feroce, está en do mayor, en compás de 3/4 y responde a una forma ternaria A-B-A claramente dispuesta.
Introduce un tema muy rítmico en las secciones exteriores que el compositor empleó más tarde para la parte central de la pieza para piano VI.
Z bouřlivých dob (De tiempos turbulentos) perteneciente al ciclo Ze Šumavy (Desde el bosque bohemio), Op.
Allegro con brio, retoma la tonalidad inicial que luego pasa a re mayor y el compás es 2/4.