El historiador Rodrigo Caro escribió en sus obras en 1604 que la iglesia había sido construida sobre una antigua sinagoga.
[4] Los cristianos respetaron la arquitectura hasta el siglo XVII, cuando se elevó la techumbre y se añadieron dos naves laterales a la sala de oración, mientras que las pinturas murales actualmente conservadas pertenecen al siglo XVIII.
El altar mayor estaba presidido por una imagen de la Virgen de la Paz y diversas hermandades lo utilizaron como sede, destacando la del Amparo, que procesionaba durante el Viernes Santo.
[5] Tras la desamortización española, el edificio continuó utilizándose como casa cuna, aunque con carácter civil.
Este uso cultural permitió que fuera el germen del Carnaval de Utrera.