Simbología comunista

El simbolismo comunista apela a diversos temas, como la revolución, el proletariado, los campesinos, la agricultura o la solidaridad internacional.

Normalmente estos símbolos, junto con el pentagrama que representa los cinco continentes habitados o los cinco componentes de la sociedad comunista (campesinos, obreros, ejército, intelectuales y jóvenes),[1]​ aparecen en amarillo sobre un fondo rojo que representa la revolución.

Las banderas de Vietnam, China, Corea del Norte, Angola y Mozambique incorporaron símbolos similares bajo los gobiernos comunistas.

En Hungría, Lituania, Letonia, Polonia, Ucrania[2]​ e Indonesia está prohibido el uso de símbolos comunistas en público, y su exhibición con fines no educativos puede considerarse una infracción penal.

Desde dicha revolución, este emblema pasó a ser el símbolo de varios países socialistas y partidos comunistas.

En lo que después se denominó Bloque del Este, las dictaduras fascistas fueron derrocadas por el ejército rojo y sustituidas por estados socialistas políticamente leales a la Unión Soviética.

Muchos de estos países incorporaron la estrella roja a sus símbolos estatales para evidenciar su naturaleza socialista.

Aunque no existe ninguna alegoría original conocida de la estrella roja más allá de ser un símbolo político universal, en la Unión Soviética se le asignó un simbolismo más preciso como representación del Partido Comunista, y su posición en la bandera, sobre la hoz y el martillo, simboliza al partido dirigiendo al proletariado soviético en la construcción del estado comunista.

Tras la Revolución de Octubre, el gobierno soviético adoptó la bandera roja con la hoz y el martillo sobreimpresos como insignia nacional.

Existe una canción llamada ``The Starry Plough´´ que habla sobre la vida de James Connolly y su socialismo.

Hoz y martillo
Hoz y martillo
Estrella roja
Bandera roja
Bandera roja y negra
"Bandera del arado estrellado".
Los líderes soviéticos procuraban distinguir sus insignias de los emblemas utilizados por el emperador y la aristocracia rusa. Así, sustituyeron y omitieron los elementos heráldicos tradicionales, cambiando los emblemas que no satisfacían la prácticas europeas tradicionales.